lunes, 7 de marzo de 2016

TODA LA VERDAD SOBRE EL DIEZMO

¿ES EL DIEZMO ESTAFA O MANDAMIENTO?
DIEZMOEn realidad el diezmo no es una estafa, aunque hoy por hoy algunos estafan con dicha práctica. Tampoco es un mandamiento, aunque otros lo tomen así. Entonces, ¿Qué es el diezmo? Lo difícil de desarrollar este tema es que toca muy profundamente tradiciones que hemos considerado como sacramentos a través de los siglos. Es decir, el diezmo se ha considerado por siglos, desde la perspectiva evangélica, como una practica sagrada e incuestionable. Otro problema es la pobreza formativa de algunos pastores para entender la continuidad y discontinuidad que existen entre el Antiguo y Nuevo Testamentos. ¿Qué debemos desechar del Antiguo Testamento? ¿Qué es viejo, y qué es nuevo? Esto demuestra la pobreza teológica y la pereza de pensamiento critico de algunos pastores, aun más aquellos de bajo nivel educativo. Pero la iglesia de hoy debe considerar el estudiar y discutir estos temas para responder con obediencia a las Escrituras. Este tema del diezmo hace unos años parecía innecesario de discutir. Hoy ante los abusos de los chamanes NEO-apóstoles y predicadores electrónicos, se ha tornado necesario discutir el tema y este articulo es un intento teológico de iniciar la discusión, para que esta continúe en nuestras iglesias.
Dios es el centro de la vida comunitaria y personal de todos los humanos. Dios nos dio lineamientos y mandamientos para que nuestro vivir tuviera responsabilidades éticas. Es decir, que nuestro vivir fuera prospero sin afectar negativamente a otros. Por tanto no debería ser la ley el centro de nuestra vida comunitaria y personal (como lo ha sido para los Judíos), sino Cristo mismo. Por ello cuando nos encontramos con pasajes difíciles en el Antiguo Testamento debemos pensar en el propósito o principio detrás de esa ley, y no en la ley misma tal y como la pudiéramos interpretar hoy en día. Por ejemplo, en los libros del Pentateuco encontramos un sin numero y variedad de ofrendas. Sin embargo, un tipo muy especial de ofrenda aparece como diezmo. La palabra diezmo significa, como bien sabemos, una décima parte. La ley Mosaica contextualizó el diezmo (Levíticos 27:30-33) de una practica que en Génesis aparece como voluntaria. Al encontrarse Abraham y Melquisedec, el primero le otorga al segundo una ofrenda del 10% del botín, ganancia de la batalla (Génesis 14:18-20). Jacob también le promete a Dios una décima parte de sus ingresos, en cierta forma de trueque (Génesis 28:22). Por supuesto Jacob no tenía un conocimiento de la gracia y provisión de Dios como el que tenemos hoy. Consecuentemente, la práctica del diezmo fue incorporada en la ley de Moisés con el propósito de mantener la tribu de Leví, y los sacerdotes de la nación que servían en el templo, quienes no poseían bienes materiales de ningún tipo (pues cuando les fue repartida la TierraPrometida a las doce tribus de Israel los levitas no recibieron parcela alguna). Esta tribu moraba en toda la tierra antigua de Israel como sacerdotes para Dios y no tenían ninguna otra forma de sustento económico ya que el trabajo de ellos era el de servir en el altar. Esta tribu de sacerdotes existía aparte de los sumos sacerdotes que eran descendientes de Aarón, quienes también necesitan su sustento. Así que el mantenimiento de esta tribu y de todo el sacerdocio dependía de las contribuciones y los diezmos del pueblo. Si el pueblo no diezmaba, o no lo hacía correctamente, el sacerdocio y los servicios religiosos, festivales, y otras expresiones y observancias a la ley de Dios sufrían consecuencias negativas. Es decir, no fue sino hasta que se instaura la institución del templo que se legaliza la practica del diezmo como ley para el pueblo de Israel. Y vale la pena agregar que las otras culturas vecinas a los Israelitas también diezmaban a sus dioses paganos, pero con el propósito de apaciguar su furia y obtener bendiciones de ellos.
De esta manera, los Israelitas debían por obligación y mandato ofrendar y diezmar de todo lo que producían. Por ejemplo, diezmar de los animales, la cosecha, los frutos, etc., y los levitas que recibían el diezmo del pueblo debían también ofrendar a Dios el diezmo de todo lo recibido. Había varios diezmos a saber según diferentes pasajes, aunque me parecen que son formulaciones del mismo diezmo. Por ejemplo, aparece la décima parte de las posesiones (Lev. 27:30-33) que se entregaban a los levitas para el ministerio en el templo (Números 18:20-32). El segundo diezmo se ahorraba y se entregaba cada tres años, aunque no hay certeza si se dividía claramente del primero. De esta forma, un diezmo tendía a beneficiar a los Levitas, al templo y ciertos festivales, y también a los huérfanos, viudas, y extranjeros, y tales diezmos tenían su promesa de bendición divina (Deuteronomio. 14:28-29; 26:12-15). Así que como podemos notar, aquellos que poseían tierra y la hacían producir en la época del Israel antiguo, no daban solamente el diez por ciento de su producción sino hasta un poco más. Pues los sirvientes, y los esclavos al no poseer tierras para producir no se les requería diezmar. De esta práctica, podríamos decir en términos modernos, que solo aquellos que poseían los medios de producción en una sociedad, como en el caso de los ricos, eran los que diezmaban.  A los pobres no se les requeria diezmar.
¿Qué hacían los Levitas con el diezmo? El Templo de Jerusalén representaba para los Israelitas y para los judíos el centro del mundo.  En su cosmovisión holística todo tenía implicaciones religiosas. Para los Israelitas el templo era no solo el lugar cultico sino también era el centro de distribución y ayuda social. Los diezmos, como anteriormente notamos, se daban en parte primeramente para apoyar a lo que hoy podríamos llamar “ministros religiosos” (Deuteronomio 12:19; 14:27). Pero recordemos que estos “ministros” recibían el diezmo por que no poseían bienes algunos para generar riqueza. Esos diezmos, también servían para beneficiar a los extranjeros, huérfanos, y viudas, aquellos más desposeídos de la producción de riqueza. Así que podríamos concluir que el diezmo lo daban los ricos para aquellos que no poseían bienes algunos de producción.  Es decir, el diezmo junto a otras ofrendas se utilizaba como una manera de redistribuir la riqueza de una nación.
Posteriormente, al aparecer los reyes de Israel, como otra institución de gobierno paralela al templo, otros impuestos empiezan a aparecer, e inclusive impuestos esporádicos para el templo (2 Crónicas 24:4-16). La codicia de algunos reyes parece dejar al templo y sus sirvientes religiosos sin posibilidades de recoger sus diezmos, y a los pobres si capacidad de recibir ayuda. El diezmo parece instaurarse de nuevo en 2 Crónicas 31:1-12. Luego aparecen los profetas hablando contra la codicia y la injusticia social, como en el caso de Amos y Malaquías entre otros, frente a una forma cruda de un pre-capitalismo que explotaba a los pobres (Isaías 5:8-10) y a los ministros religiosos de la época (Malaquías 3:6), y donde Dios mismo los acusa de robo. Lo que parece demostrar que durante el periodo de los reyes el diezmo sufrió de falta de práctica.
Dios ve roto el pacto con su pueblo y los deja continuar su camino por si solos. Estos son no solo invadidos sino también en su mayoría desplazados hasta Babilonia, y el templo de Salomón es destruido por Nabucodonosor en 587 a.C. Al tiempo regresan otros del exilio de vuelta a Jerusalén con Nehemías y Esdras logrando reconstruir las murallas de Jerusalén, un templo modesto (515 a.C.), e instituir el diezmo de nuevo, y cual parece volver a funcionar (Nehemías 10:37; 13:12). Sin embargo, no parece quedar claro en la practica si la institucionalizacion del diezmo es exitosa, es decir, si el diezmo continua funcionando para los Judios a partir de esta epoca, principalmente con la invasión de otros imperios exigiendo sus impuestos.

¿Es requerido el diezmo para los cristianos?

El segundo templo de Jerusalén se reconstruye por Herodes el Grande (recordemos que el primer templo fue destruido al tiempo que los judíos experimentan el exilio a Babilonia) ahora bajo la ocupación del Imperio Romano. Para el segundo templo se generan algunas nuevas clases de personal religioso como los fariseos, saduceos, etc. En estos tiempos se calcula que cerca de veinte mil personas servían en el Templo. Estos tiempos nos parecen mostrar un templo incapaz de cobrar una décima parte de la producción nacional, pues el Imperio se llevaba toda la riqueza para Roma. Por ello aparece cierta evidencia de un impuesto al templo, que Jesús mismo es confrontado a pagar (Mateo 17:24-27). A Jesús no se le exige que diezme, sino que pague el impuesto.

Los únicos pasajes que dan testimonio de la práctica del diezmo en el Nuevo Testamento se presentan como ejemplos ingratos. Jesús aparece exhortando a los fariseos a ver más allá de los detalles y ver la injusticia social que reinaba en ese entonces. Recordemos que los fariseos ponían la ley y no a Dios como el centro de su devoción, por ello su perspectiva carecía de una visión más macrosocial de la justicia. Estos diezmaban de sus hierbas y hortalizas y se jactaban de ello, pero en su legalismo habían descuidado lo macrosocial (Mateo 23:23; Lucas 18:10-14). De esta manera podríamos concluir que el Nuevo Testamento no proporciona evidencia alguna de la práctica del diezmo ni para los judíos, ni para los cristianos judíos ni gentiles de la época.

Hay mucha evidencia de ofrendas, pero nada de diezmos. Por tanto no existe algún mandato para diezmar en el Nuevo Testamento. No encontramos en el Nuevo Testamento instrucción u orden alguna para dar el diezmo a la congregación o iglesia. La razón por la cual no se indica en el Nuevo Testamento a que se diezme, puede ser porque Dios espera que los cristianos den todo lo que tienen de manera voluntaria en gratitud de corazón (1 Timoteo 6:18) para los que le sirven y no poseen bienes, y para los más necesitados. El apóstol Pablo presenta los principios del dar en la segunda carta a los Corintios, en cuanto a una ofrenda dada con gozo que es enviada a una congregación en Jerusalén que estaba experimentando tiempos difíciles (2 Corintios 8:7-15, 9:6). Las ofrendas son práctica comun en las iglesias primitivas cristianas, pero el diezmo no se menciona como práctica alguna.

El Caso de Hoy en las Iglesias

JUDASUna conclusión errónea y simplista sería decir que como el diezmo según el Nuevo Testamento no es una practica instituida, entonces debería eliminarse. ¿Si Dios instauro dicha practica para suplir las necesidades de los desposeídos de riqueza, como los pobres y los grupos religiosos que servían en el templo, por qué no practicar el espíritu de dicha (ley) practica hoy, en vez de su legalismo? Veamos que podemos considerar hoy para contextualizar esta práctica en nuestras iglesias:

Primeramente, las iglesias evangélicas están experimentando un materialismo y un endeudamiento entre las generaciones más jóvenes. Hoy estos jóvenes profesionales dan menos y menos a sus iglesias, y no solo a iglesias sino también a organizaciones de caridad. Es de suma importancia ayudar a nuestras nuevas generaciones a generar una mayordomía más sana de sus recursos financieros y humanos. Si no les ayudamos a salir de sus deudas y enseñarles a vivir de lo que ganan, la iglesia pronto empezará a sufrir las consecuencias.

Segundo, desde una perspectiva del Nuevo Testamento el creyente no está bajo la ley de Moisés sino bajo el espíritu de su ley. Decir que no se debe obligar a nadie a dar ofrendas ó diezmos, no es absolutamente cierto. Recordemos que toda persona en el Antiguo Testamento era llamada a ofrendar, pero no todos eran llamados a diezmar. ¿Qué tal si algunos desean contextualizar el diezmo como una practica para hoy, algo que en la tradición evangélica ya se ha dado en los últimos 200 años?  Veamos el caso de Abraham, quien no estaba bajo la ley de Moisés, y diezmó a Melquisedec (figura tipo Cristo). Podríamos adaptar este caso y contextualizarlo como un buen ejemplo de sumisión y mayordomía hacia Cristo, pues el Señor nos ha bendecido, y no damos para que nos bendiga más.

Tercero, tristemente hay que reconocer que usualmente las iglesias que más reciben diezmo son aquellas en las que se enseña a hacer trueque con Dios. “Siembre hoy y el Señor le prosperará más mañana.” Esta Teología de la Prosperidad es una herejía, pues enseña que Dios esta obligado a bendecir a aquellos que le tuercen el brazo. Recordemos que Dios es soberano y puede bendecir a quien quiera, cuando quiera, y como quiera, sin necesidad de intercambio de dinero u obras. Las bendiciones de Dios no son solo financieras, ni solo para los que dan con fines de obtener más lucro. Sumisión a la voluntad de Dios, y no manipulación de las bendiciones de Dios es lo que marca la diferencia para recibir y dar bendición.

Cuarto, el enseñar a nuestra congregación a dar un diez por ciento podría convertirse en una terrible herejía. Dios es nuestro Señor, y dueño de toda la creación. Nosotros, sus mayordomos, le debemos dar y consagrar a Dios el 100% de lo que somos y producimos. Así el 10% podría simbolizar esa entrega, siempre y cuando el espíritu de la ley, y el propósito de la ley del Antiguo Testamento se mantenga fiel. Es decir, si Ud. desea contextualizar la practica del diezmo en su iglesia, considere los siguientes principios:

  • Si su iglesia diezma, y parte de esos diezmos no se distribuyen hacia los más necesitados tanto fuera como dentro de la congregación, su iglesia le esta robando al Señor.
  • Si los pastores de su iglesia tienen otras fuentes de ingreso, y en vez de recibir un salario extra, se llevan el diezmo como pago a sus servicios, sus pastores le están robando a Dios.
  • Si en su iglesia es el pastor y su familia los únicos que a discreción hacen uso del diezmo, tenga cuidado. Ud. podría estar permitiendo que se den abusos con el dinero del Señor. Toda iglesia debe presentarse como un libro abierto al mundo. Todo pastor y líder eclesial debe dar cuentas abiertas, en cualquier momento que se le pida, de la mayordomía a la que se le ha encargado. Siempre es sano tener a dos personas sin relación de parentesco entre si ni con el pastor supervisando los fondos de la iglesia (entre ellos no debe haber ningún pastor ni ninguno de sus familiares).
  • Si su pastor dice que los diezmos son para él o ella, su pastor le esta robando al Señor, y al Estado al no pagar impuestos. En nuestra sociedad capitalista todo pastor debe gozar de un salario, pagar impuestos, y otros aportes de ley. Tal y como hemos visto, el diezmo no es para el pastor ni los pastores solamente.
  • Si algún medio de difusión masiva como canales de televisión, emisoras de radio, o prensa escrita solicita de un diezmo, primicias, u ofrenda, a cambio de una bendición particular, ellos están practicando una estafa. Una ofrenda o diezmo no se da para recibir. Se da porque hemos recibido, pero no con la intención de recibir más. Nadie puede asegurarle a nadie una bendición de Dios. Dios es soberano y a su tiempo dará buenas dadivas a los fieles de su pueblo.
  • Si en su iglesia le hacen, indirecta o directamente, sentir culpable si no diezma. Si en su iglesia es obligatorio diezmar. O si en su iglesia constantemente se explica que los que no diezman le están robando a Dios, y por tanto no reciben bendición financiera. Su iglesia esta practicando una estafa. El diezmo era una práctica obligatoria en el Antiguo Testamento, no así en el Nuevo Testamento. Si se desea contextualizar esta práctica del diezmo, recordemos que en el Antiguo Testamento solo los que poseían los medios de producción (los ricos) se les solicitaba diezmar (aunque si el ofrendar era para todos).
  • Si su iglesia ha contextualizado (o desea contextualizar) la práctica del diezmo sin considerar el espíritu y propósito de esta practica de la ley en el Antiguo Testamento, su iglesia entonces, no esta diezmando. Su iglesia esta haciendo algo que no debería llamarse diezmo, y hasta podría estar estafando a su membresía, todo por ignorancia teológica.

Finalmente, recordemos que el diezmo (además de las múltiples ofrendas) se daba al templo para cuidado de la infraestructura, y su personal que no poseía tierras ni herencias, y para los más necesitados (viuda, huérfano, extranjero, etc.). Si su iglesia local no cumple el rol de los antiguos templos en la distribución según los principios del diezmo, Ud. no esta en la obligación de diezmar, y aun menos si Ud. no produce riqueza alguna.

SABIDURÍA DE DIOS CONTRA CONOCIMIENTO HUMANO

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová…” Salmos 111:10
Siempre he ensenado a la iglesia, del peligro de caer en la doctrina de Dios me ha dicho, y Dios me ha revelado, haciendo de las escrituras una interpretación privada, teniendo nuevas visiones, revelaciones, doctrinas apostólicas, etc, sin tener ningún argumento bíblico para sustentar este fin. Es ahí donde surgen las diferentes ramas  del Cristianismo y donde se pierde la esencia del evangelio puro, el de la senda antigua, el que nos dejo estipulado Cristo y sus discípulos

Es interesante notar que el salmista dijo que el temor del Señor es el principio de la sabiduría, mientras que en Proverbios 1:7 el Rey Salomón dijo que era el principio del conocimiento (Versión King James). Y mientras a primera vista esto aparenta ser una contradicción, una Mirada más de cerca demostrará que las dos declaraciones son en realidad complementarias porque el temor del Señor las une.
El diccionario define sabiduría como: 1. Entendimiento de lo que es verdad, correcto, o duradero. 2. Buen juiciosentido común. 3. Aprendizaje: erudición. Y yo creo que la mejor manera de decirlo es el uso correcto del conocimiento, porque el conocimiento humano de por sí es una compilación de información sostenida como real por la opinión de la mayoría y ¡es posible el “saber” algo y estar completamente equivocado! así que por contraste, la sabiduría que la Biblia exhorta repetidamente a los creyentes a procurar es la habilidad de ver las cosas desde la perspectiva de Dios. Esa sabiduría—adquirida a través del “temor del Señor”—resulta en genuino conocimiento e iluminación.
Concerniente a sabiduría humana, Dios dijo en 1 Reyes 3:12 que nadie jamás había o podría igualar a Salomón(Claro que Jesucristo es la excepción, porque El fue, y todavía es, Dios encarnado).

He aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.” (Reina Valera).
Y hay una tremenda lección para aprender de esa realidad. Dios dotó sobrenaturalmente a Salomón con una habilidad de discernimiento más grande que algún otro mortal jamás ha poseído. Aún así eventualmente le dio la espalda a Dios y violó voluntariamente Sus mandamientos. Así que a pesar de su gran aprendizaje y habilidad de hacer deducciones racionales concernientes al mundo que le rodeaba, ¡ese conocimiento no evitó que el deshonrara a Dios!
El Libro de Eclesiastés revela la búsqueda de Salomón por satisfacción personal mientras se afanaba “debajo el sol” (una frase que el repite 27 veces). Y esa elección particular de palabras es vista usualmente por comentaristas de la Biblia como una metáfora para el hombre natural y sus obras, pero la connotación oculta de “iluminación” está en vista también. Mire lo que dice en el siguiente pasaje:

Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén. 13Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo;” Eclesiastés 1:12-13(a) (RV, énfasis mío).

La francmasonería tiene a Salomón en alta estima por su sabiduría y sus habilidades intelectuales, pero es verdaderamente una pena que ellos continúan ignorando las conclusiones a las que el llegó después de hacer un examen minucioso de la vida. De acuerdo a Dios nadie lo iguala, por lo que ¿porqué podría alguien pensar que su iluminación personal podría ser más grande o más beneficiosa para ellos? Por esa razón yo recomiendo fuertemente a todos aquellos que podrían verse tentados a buscar tal conocimiento (la “gnosis” del Gnosticismo) ¡a que escuchen a Salomón!

16Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia.17Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu. 18Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.”Eclesiastés 1:16-18 (RV).

13El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. 14Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.”Eclesiastés 12:13-14 (RV, énfasis mío).
 Mientras que por el otro lado, todos tenemos que entender que las reflexiones de Salomón en Eclesiastés fueron del punto de vista de un hombre no regenerado y en ese principio es encontrado el valor verdadero de lo que el quería decir. El término “Eclesiastés” es derivado del griego ekklesiastes que literalmente significa “predicador”. Pero aunque algunas de las observaciones de Salomón reflejen realidades científicas que solo Dios se las pudo haber revelado, otras instancias demuestran que su “predicación” es contradictoria a los principios enseñados en otros lugares de la Biblia ¿Y no es eso exactamente lo que deberíamos esperar del hombre natural, no regenerado—“el hombre debajo del sol?” (NotaNo es mi intención el cuestionar si Salomón era salvo o no ¡El punto es simplemente que el se probó a sí mismo la completa futilidad de buscar todo lo que el mundo ofrece!)
Ningún otro humano ha podido, ni podrá jamás, ser capaz de experimentar el grado de “vivir la vida al máximo” como lo hizo Salomón. En ese tiempo de la historia el era el hombre viviente más rico y con recursos ilimitados para conseguir lo que se le antojase y el fue tras cada aspecto tan lejos como eso le llevara. Y ya que el poseía un nivel de sabiduría e inteligencia que sobrepasaba a todos los demás, estoy convencido que el estaba completamente consciente de los misterios ocultos a través de los cuales los hombres podrían alcanzar vida eterna. Y la siguiente “lista de comestibles” de los fracasos de Salomón mientras el caía en idolatría demuestra que el a lo menos estaba expuesto a ellas:
  “1Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; 2gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor. 3Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. 4Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. 5Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. 6E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre. 7Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. 8Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses”. 1 Reyes 11:1-8 (RV).
 Salomón no solo fue superior en “vino, mujeres, y canto”, sino que también alcanzó todo lo que los hombres no regenerados consideran importante en esta vida. El acumuló gran riqueza, ejerció el poder de un absoluto soberano (moderado solo por las restricciones impuestas por Dios a los Reyes de Israel—las cuales el eventualmente el ignoró en su mayoría), disfrutó intelecto y sabiduría insuperables, ¡y usó la sabiduría completa para verdaderamente “tenerlo todo”! y el principio tremendamente importante que no podemos perdernos fue dicho por el en Eclesiastés 12:13-14 (citado anteriormente): ¡TEME A DIOS Y GUARDA SUS MANDAMIENTOS!
 El hombre más sabio que había vivido dio lo mejor de si y repetidamente llegó a la conclusión de que “todo es vanidad y aflicción de espíritu” (Eclesiastés.1:14; 2:17; 4:4; y 4:16). En otras palabras, ¡el 100% de sus esfuerzos no valieron el tiempo y esfuerzo! Entonces si el no pudo encontrar satisfacción y cumplimiento en la búsqueda de tales cosas, ¿porqué hombres tontos lo siguen intentando? La respuesta es que sin la dirección del Espíritu Santo, ellos son más tontos que un saco de martillos y la “iluminación espiritual” que procuran es muy posiblemente ¡el mejor ejemplo de un nombre incorrecto inventado por el hombre! Al igual que el cereal “Grape Nuts” (traducido “Nueces de Uva”—el cual no contiene ni nueces ni uvas—no hay nada sobre ello tocante al Espíritu Santo y de hecho es una oscuridad espiritual disfrazándose de luz.
 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz…”Isaías 5:20(a) (RV, énfasis mío).
 13Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.” 2 Corintios 11:13-15 (RV).
 ¿Busca usted verdadera iluminación espiritual? Entonces sugiero fuertemente que usted lo busque en el único lugar que puede ser encontrado:
 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6 (RV).
   Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con Él, usted necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación. Él lo perdonará instantáneamente, y llenará su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesita iniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia. (Recibir a Cristo NO es hacer una oración y seguir con las misma vida, siempre he dicho a los discípulos que cuando una persona realmente entrega su vida a Cristo, este en menos de un mes ya habrá hecho grandes cosas en su vida)
Recuerde No debe cambiar de Religión,  Debe cambiar de vida
Bendiciones
Hno Carlos

PUEDE EL HOMBRE PACTAR CON DIOS?

Cuando llegue a este país, pensé que las cosas eran diferentes en cuanto a la doctrina y enseñanzas  Cristianas, pero vaya mi sorpresa, al ver que la misma apostasía se esta viendo al rededor del mundo, visite varios templos “evangélicos” los cuales cuestan millones y millones de dolares, donde la opulencia  y la ostentocidad están a la orden de día, pensaba yo en mi interior, cuantos millones de nuestros hermanos en la fe, Cristianos verdaderos,en África, América Latina, Haití, etc,  podrían mitigar algunas de sus necesidades básicas como alimentación, vestuario, zapatos etc, o cuantas personas se podrían financiar para la evangelización mundial,  si se vendiera uno de estos Monumentos, catedrales y se utilizara este dinero con este fin. Si Cristo viniera de nuevo y estuviese de frente a uno de estos apóstoles, pastores de la prosperidad, mercaderes de la fe, (incluyendo los músicos) y les dijera como al joven rico  (Mc 10 :21) Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme,  créanme que muchos se irían muy tristes a sus casas y se encerrarían en sus edificios y en sus doctrinas liberales para no obedecer a Cristo.
Una de las estrategias que mas se han utilizado, es la de los pactos, vemos como en cadenas como enlace, manipulan y tergiversan la palabra de Dios, acomodándola a sus propios intereses, haciéndoles creer a las personas que Dios se moverá a favor de ellos, si “pactan” dinero, creen que pueden comprar la voluntad de Dios, como se hace con cualquier vulgar y corrupto político
¿Qué significa Pacto?
En hebreo es BERIT = Pacto, Alianza, acuerdo o Testamento
Acuerdo voluntario de parte y pueden ser bilateral entre dos partes, trilateral tres partes o multilateral muchos implicados. Pacto en el punto Bíblico: no podemos pactar con Dios, Muchos predicadores por ignorancia o deliberada maldad están enseñando equivocadamente que el hombre puede pactar con Dios.
No podemos hacer pacto por qué no tenemos nada que dar a Dios, y con los Votos tenemos que tener cuidado de cumplirlos porque si no lo cumplimos se nos contara como pecado y las promesas descansemos en las que el Señor tu Dios a dicho.
Hermanos Dios es el único que hace pacto es proponente de pacto, en la Biblia, es Dios quien pacta, legisla y sanciona al hombre que incumple el pacto. Por que el pacto involucra leyes y el hombre no puede ponerle leyes a Dios, como una creatura va a ponerle leyes a Dios es Dios.
Característica de pacto Bíblico son:
Dios pacta, Dios pone las reglas del Pacto (Dios dice esto se hara así) / El hombre acepta obedecer el pacto, someterse a ese pacto / Dios es juez y parte pro ponente de los pactos.
El hombre solo puede pactar con sus semejantes, ejemplo en el matrimonio es un acuerdo bilateral entre dos partes y se realiza delante de Dios no con Dios, Delante de Dios. Un acuerdo dos reyes están dispuesto a enfrentarse para ir a la guerra, Jesús dijo primero mire si hay acuerdo de paz o no dialogue es mejor buscar la paz antes que la guerra entre dos ejércitos hay un pacto de paz entre un rey y un pueblo o un pueblo y un rey, no el humano ante Dios podrá pactar por que no tiene nada que darle a Dios por que en el pacto hay entrega de algo por eso dije que el pacto es un testamento por que en el testamento hay entrega de algo a alguien, que le dará el hombre a Dios algo que le pertenece al mismo Dios.
Muchos predicadores y falsos profetas utilizan el Dinero para embaucar a muchos hombres dándole a entender que tienes que dar dinero para obtener una Bendición.
Hagamos una Diferenciación entre Pacto, Voto y Promesa.
Hablemos de 7 pactos que aparecen en la Biblia.
  1. El pacto edénico fue el primer pacto que Dios hizo con el hombre (Gn. 2:15-17; 1:28-31), y fue un pacto condicional con Adán en el cual la vida y bendición o la muerte y la maldición dependían de la fidelidad de Adán. El pacto edénico incluía el dar a Adán la responsabilidad de ser el padre de la raza humana, sojuzgar la tierra, tener dominio sobre los animales, cuidar del huerto y no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Por haber fracasado Adán y Eva al comer de la fruta prohibida, fue impuesta la pena de muerte para la desobediencia. Adán y Eva murieron espiritualmente de inmediato y necesitaron nacer de nuevo para poder ser salvos. Más tarde también murieron físicamente. Su pecado hundió a toda la raza humana en un molde de pecado y muerte., La señal de este pacto era las vestiduras de piel.
  2. El pacto de Noájico (Gn. 9: 11-17). Dios otorgo el mundo a Noé tras el Diluvio, la señal de este pacto es el Arcoíris.
  3. El pacto abrahámico (Gn. 15: 5-6,18; 17:1-9,19,21,23) Dios da la tierra prometida e hijo prometido. La señal de este pacto es la circuncisión.
  4. El pacto Sinaíco (Éxodo 6:2 19:5-6; 24:7-8 ) Dios da la ley mosaica – torá – a los Judíos. La Señal del pacto los diez mandamientos (éxodo 34:28) el día sábado para los judíos (éxodo 31:18).
(levítico 26:42 Deuteronomio 5:2)
  1. El pacto Levítico (números 25:13-13; ratificación de pacto “Malaquías 2:4”) Dios da el honor de servirlo a la tribu de levi El pacto de sal Levítico 2:11-13 es el sello de este pacto.
  2. El pacto Davidico (II samuel 23:2-5) Dios da el Trono eterno a los descendientes de David. La señal es el trono.
  3. El Nuevo pacto – Nuevo testamento (Jeremía 31:31) Dios da a su hijo Unigénito para Salvarnos del pecado. (Mateo 5:29) la señal de este pacto es la santa sena – su Sangre (I corintio 11:25; Hebreo 8:6) Deuteronomio 7:9 Dice que dios guarda su pacto no es un dios de pacto.
¡Qué es eso de Dios de pacto o el Baal Berit?
Jueces 8:32,33 Baal(señor) Berit(pacto, Testamento) – Dios de Pacto = en Mesopotamia se llama Beelzebub.
Porque los Predicadores (falsos Profetas) Dice que hay que pactar con Dios, se basan en (Salmo 50:5) “juntarme a mis Santos a los que se sometieron al pacto que hice yo con sacrificio” (Esdras:10:3) pero en el Hebreo Dice  “ahora pues hágamos pacto delante de Dios”
——————–Utilizan (Génesis 28:19-22) para decir que el hombre pacto con Dios. Jacob hizo voto pero nunca pacto con Dios.————–
Deuteronomio 12:11 Voto es Promesa
Dos clases de Votos
  1. Voto es abstenerse voluntariamente de algo que está permitido (Num30:3)
  2. Voto es ofrecer algo a Dios en Sacrificio sin estar obligado.
Diferentes votos:
Voto Nazareno: Sansón
Voto de Ana por su hijo Samuel (I Samuel 1:11)
El voto es una petición Respetuosa a Dios, NO es una exigencia a Dios. Nadie puede obligarlo.
Advertencia de los votos: (Num 30:2; Prov30:25; Ecle. 5:1-6; Dt 23:21,22) no es aconsejable hacer voto o promesa a Dios y no cumplirlos.
La biblia está llena de promesas para que no estemos haciendo promesas a la ligera. Y mejor declaremos las que están escritas, ya sea de sanidad, de tristeza, y muchas más. Descansemos en las promesa que Dios dejo. Y no juremos por qué no podemos jurar (Mateo 5:33-37)
¿Puede anularse un voto y quienes lo anulan)
La mujer soltera puede hacer un voto pero su padre tiene la potestad de anular ese voto, la mujer casada puede hacer un voto pero su marido tiene la potestad de anular el voto. (Num 30:2-13)
Conclusión.
No podemos hacer pacto por qué no tenemos nada quedar a Dios, y con los Votos tenemos que tener cuidado de cumplirlos porque si no lo cumplimos se nos contara como pecado y las promesas descansemos en las que el Señor tu Dios a dicho. (Ecles 5:5)

QUIENES ERAN LOS NICOLAITAS

EL NICOLAITISMO
¿Quienes eran los nicolaitas?
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“Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco” Apocalipsis 2:6 /15
Al leer estos pasajes del Apocalipsis, la pregunta que surge es: ¿Cuál es la obra de los nicolaítas que tanto aborrece Dios?
Hay algunos tratados que intentan sugerir que los nicolaítas eran una secta que estaba invadiendo a las iglesias cristianas con costumbres antinomianas y que profesaban el libertinaje. No obstante, muchos tratados históricos y responsables que han abordado este tema, descartan tal aseveración.
Para entender la obra de los nicolaítas, es necesario en primer lugar definir el origen de la palabra.
Nicolaíta proviene del griego NICO que significa dominio o conquista sobre otros y LAOS que significa pueblo, gente común, seglar o laico. De ahí podemos analizar la composición NICOLAOS que viene a ser algo así como DOMINIO SOBRE EL PUEBLO.
En segundo lugar, es importante considerar el mensaje a las siete iglesia de Asia menor detallado en Apocalipsis capítulos 2 y 3.
Históricamente se ha interpretado que el mensaje a las siete iglesias, denota el estado espiritual que ha vivido la iglesia a través de la historia, desde los apóstoles hasta la venida del Señor.
La mención de los nicolaítas, Dios la hace en dos iglesias, Éfeso y Pérgamo. En el caso de Éfeso, es un reconocimiento al rechazo de la obra de los nicolaítas, pero en Pérgamo es una dura reprensión a acoger la doctrina de los nicolaítas. Esto nos permite inferir que en esa iglesia, se había consolidado aquella corriente de pensamiento.
¿Cuál es la obra o doctrina de los nicolaítas?
La carta a Éfeso representa el inicio de la iglesia desde el día de Pentecostés, mientras que la carta a Pérgamo nos muestra la decadencia espiritual de la iglesia. Éfeso significa “Deseada”, pero Pérgamo significa “Casamiento”
La deseada iglesia de Cristo había decaído hasta llegar al punto de olvidar su compromiso con su Señor y definitivamente “contraer matrimonio” con otro. La pregunta que brota inevitablemente es ¿Con quien se casó la iglesia de Pérgamo?
Para responder esta pregunta, es imprescindible considerar lo que El Señor le dice a esta iglesia:
“Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás” (Apoc. 2:13)
La Biblia es sumamente clara en precisarnos que el trono de satanás no esta en el cielo ni en el infierno, sino que en el mundo. El Señor Jesucristo lo dijo con plena claridad:
“No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí” Juan 14:30
Considerando esto, ya podemos saber con quien se casó la iglesia de Pérgamo. Ella no considera que debe estar alejada del mundo y a salir de él. Ella mora en el mundo y mora donde esta el trono del mismo diablo.
Pérgamo tipifica al compromiso que la iglesia asumió con el estado y con el mundo. Las convicciones se habían echado por tierra a fin de agradar al mundo por sobre los mandatos del Señor.
Muchos ubican el período de esta iglesia aproximadamente por el año 320 dC en pleno gobierno de Constantino, quien por primera vez institucionaliza el concepto de césaro – papismo, osea la presencia de un líder político y religioso, que en la actualidad se conoce como papa.
La obra y doctrina de los nicolaítas, consistió en jerarquizar a la iglesia, destruyendo el armazón horizontal, para levantar uno piramidal. Esa es la obra y doctrina que tanto aborrece El Señor.
Así nace el clero ( Nico ) y el laicado ( Laos ). Una casta clerical con privilegios especiales, fuerte vínculo con el césar y un evidente dominio sobre el resto del pueblo (laicos)
Los nicolaítas comenzaron a dividir al pueblo de Dios en dos grupos. Los Clérigos que eran personas “apartadas”, doctas, espirituales y con privilegios, y los laicos que correspondían al resto del pueblo.
Desde aquel tiempo comienza esa estructura piramidal dentro de la iglesia, aún no teniendo asidero en las santas escrituras. La sencillez de la iglesia, se vio paulatinamente reemplazada por una institución organizada con jerarquías y con moldes seculares y paganos extraídos del romanismo. En otras palabras, era el nacimiento de la iglesia de Roma.
La jerarquía y la Biblia
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Desde siempre la organización del hombre ha buscado una estructura piramidal. Recordemos la experiencia de la torre de babel (Génesis 11) o el de la misma solicitud del pueblo en el tiempo de Samuel, cuando se revela un desprecio por la teocracia y un anhelo por la monarquía según el molde mundano.
La Jerarquía es un mal enquistado en el corazón del hombre. Es un molde conforme a la naturaleza pecaminosa. Así lo revela la necia solicitud de la madre de los hijos de Zebedeo (Mateo 20:20-28) ante lo cual nuestro Señor Jesucristo responde:
“Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo” Mateo 20:25-27
Tal como lo declara nuestro Señor Jesucristo en el pasaje citado, la jerarquía produce un enseñoramiento y El no quiere eso de su pueblo. Las jerarquías son propias del hombre caído y no de la voluntad de Dios.
A Dios jamás le han agradado las jerarquías, de ahí que su sentir frente a la doctrina de los nicolaítas es considerada como aborrecible. La revelación de la escritura nos muestra que el anhelo de Dios es estar en medio y no sobre su pueblo. Ciertamente el pecado lo arruinó todo; cuando Adán y Eva desobedecieron, se creó una gran brecha que mas tarde vino a eliminar nuestro amado Salvador y Señor Jesucristo.
Cuando observamos la casta sacerdotal en el antiguo pacto, parecería que Dios hubiera instituido una jerarquía eclesiástica. El sumo sacerdote era superior al sacerdote. Uno puede entrar al lugar santísimo, pero el otro solo hasta el altar del incienso. No obstante, debemos considerar que el sacerdocio nunca fue la imagen misma de las cosas conforme al pleno agrado de Dios, sino que sombras, emblemas y símbolos de lo que había de venir.
Cristo terminó con eso, rasgando el velo del templo y abriendo el lugar santísimo para darle acceso directo a Dios, a cualquier pecador que transita por medio del sacrificio de la cruz del Gólgota.
En el nuevo testamento, la instrucción de los ministerios y dones del Espíritu Santo expresados en las cartas de Pablo a los Romanos, Corintios o Efesios, y lo dicho por el apóstol Pedro en su primera epístola, de ninguna manera enseñan la jerarquía en la iglesia, por el contrario, se enfatiza la igualdad de importancia en cada uno de los miembros de la asamblea. Es decir, se deja en claro que tanto el obispo como el que sirve a las mesas, tienen la misma importancia, y nos son parte de un escalafón jerárquico como lo vemos en la actualidad.
Nuestro Señor Jesucristo lo enseñó con tanta precisión, veamos:
“…aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo” Mateo 23:6-11
El texto es suficientemente decidor. Dios no desea las jerarquías entre los hermanos. Los fariseos eran una casta que se arrogaba el privilegio de servir a Dios y de sentirse mejores o mas importantes que los demás. Cristo condenó abiertamente aquella postura hipócrita y que no dista tanto de lo que pasa en la actualidad en la iglesia evangélica. Parece que pasajes tan categóricos como el citado, se han extinguido de los púlpitos así como por encanto.
Hoy, el término “ministro” es como un grado jerárquico, y la feligresía actúa frente a los tales como si fueran algo así como seres angélicos. Esto es el legado del nicolaítismo. El clero por sobre los laicos.
El apóstol Pedro, tan manipulado por la iglesia de Roma, jamás actuó como los “ministros” de la actualidad, menos como el papa del Vaticano. Recordemos como corrigió aquella recepción dada en la casa de Cornelio:
“ Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre” Hechos 10:25-26
La actitud de Cornelio, es propia al de todo ser humano que no tiene conocimiento de Dios. Es la clásica actitud religiosa que pretende hacer “dioses” de los hombres. Desde tiempos remotos, el hombre ha elevado a los altares a individuos que han demostrado rasgos de piedad y de espiritualidad, y no me refiero exclusivamente a la iglesia de Roma, sino que a antiguas religiones y culturas paganas como el budismo, el zoroastrismo, el Islam, etc. etc. Lo triste e increíble, es ver que la iglesia evangélica también muestras aristas muy similares a esta costumbre humana y que Dios aborrece.
La jerarquía dentro de la iglesia evangélica
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Muchos de los “ministros” de la iglesia actual no conforme con la herencia del nicolaítismo al dividir la membresía entre clero y laicos, han subdividido los ministerios en rangos jerárquicos.
Por ejemplo, ahora el obispo es superior al pastor. Esto, no solamente es un insulto a la enseñanza bíblica, sino que un atentado al intelecto. En la Biblia, los términos anciano, pastor u obispo indican absolutamente el mismo oficio, y nunca expresan un rango jerárquico. Es una presunción anti bíblica enseñar que entre los ministerios existe un escalafón jerárquico. Esto revela la búsqueda de algunas personas vanidosas que desean estar sobre los demás. Es muy frecuente encontrar a conocidos pastores, y que ahora se proclaman obispos, como si aquello los elevara de rango.
Veamos los que enseña Pedro al respecto:
“Ruego a los ancianos que están entre vosotros… Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros” 1Pedro 5:1-2
Las palabras de Pedro son exageradamente claras. Los ancianos u obispos (es exactamente lo mismo) no están sobre la grey como lo reclama el nicolaítismo, sino que “ENTRE” ellos. La función del pastor no es establecer una dictadura hegemónica e infalible, sino que servir entre los hermanos. Si aún no es suficiente este argumento, sigamos leyendo a Pedro:
“no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” 1Pedro 5:3
La palabra señorío ya había sido advertida por el Señor Jesucristo en Mateo 20:25-27, y es una característica propia del mundo y no de la que debiera existir entre los hermanos.
Recordemos la instrucción dada por Dios a Moisés respecto a la construcción del altar:
“No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él” Éxodo 20:26
La palabra jerarquía denota una estructura escalonada y ascendente, que sitúa a personas u otras cosas en un orden según su importancia. El texto de Éxodo, nos revela que Dios prohíbe al hombre subir por gradas en su altar y elevarse por sobre los demás, porque lo único que quedará al descubierto es su desnudez.
Es eso lo que justamente pasa cuando un individuo se pone por sobre sus semejantes; las deficiencias y bajezas quedan al descubierto. Cuando la lupa es fijada en los hombres, solo podremos observar imperfecciones, pero si la fijamos en la persona de Cristo, solo descubriremos impecable perfección. El nicolaítismo pretende eclipsar al único que debe estar sobre nosotros: a nuestro Señor Jesucristo.
Las gradas son la clásica estructura de los templos evangélicos de la actualidad. Muy semejantes a las capillas y catedrales romanistas, exhiben imponentes altares y ostentosos sitiales (Luis XV) para el clero por sobre la altura de los laicos. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta es simple; es el legado del nicolaítismo dentro de la iglesia.
El clero y sus distintivos especiales
No conforme con la organización dividida entre el clero y los laicos, los seguidores del pensamiento nicolaíta, también incorporaron a sus formas, el uso de atuendos que los distinguían de lo seglar.
Se instituye el uso de sotanas, pectorales y de cuello clerical al mas puro ejemplo de la iglesia de Roma. Ellos dicen que aquellas vestimentas los distingue como “siervos de Cristo”, pero en el fondo no es mas que una cómoda conservación de costumbres religiosas y a veces, una vanidosa satisfacción de sentirse distintos a los demás.
Los fariseos ya tenían esta costumbre de distinguirse de los demás utilizando atuendos extravagantes, y justificaban aquella forma de vestir, interpretando literalmente pasajes de la torá. El Señor Jesucristo habló categóricamente al respecto:
“Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas..” Mateo 23:5- 6
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Recuerdo una inauguración de un templo evangélico cuyos asientos estaban divididos entre el clero y los laicos. Obispos y pastores en los primeros asientos, diáconos y “el resto” en la galería….¿no es eso justamente lo que El Señor objeta en el texto citado anteriormente?
Un conocido hermano español, dijo una vez: “No existe mas grande título para alguien, que el de hermano”
No obstante, hoy el título de solo “hermano” no satisface, y los nombres deben ir precedidos por prefijos tales como reverendo, obispo, doctor u otro término que lo diferencie de los laicos.
Lo curioso de todo esto, es que a las mismas membresías o “laicos”, pareciera que les fascinara esta forma de organización, pues de ellos mismos salen expresiones tales como: “mi obispo”, “mi pastor”, “ministro”, etc., etc., y sus comportamientos no distan mucho de lo que ocurre en el mundo católico.
Por favor no mal interpretar
Esta observación que es comprobada y avalada por la historia de la iglesia y también por hombres sencillos y fieles al Señor, no persigue el restar importancia a los ministros ni a los diversos ministerios. Por el contrario, nuestra convicción es que el cuerpo de Cristo que es la iglesia, se compone de miembros con diversas funciones, todas con el mismo valor y todas sometidas entre sí. Nadie es mas importante ni nadie es inferior a otro (1 Corintios 12:1-31).
Los pastores cuidan el rebaño, los maestros enseñan, los evangelistas predican la buena nueva, los diáconos sirven, y todos se someten recíprocamente sin necesidad de que exista una jerarquía nicolaíta.
El llamado es a reivindicar el sentir de la iglesia de Éfeso; aborrecer la obra de los nicolaítas y desaprobar el enseñoramiento de algunos que piensan que porque ejercen tal o cual oficio en las iglesia, son mayores que los demás.
Esta reprobación y advertencia, ya estaba analizada en detalle por el apóstol Juan en su tercera epístola, veamos:
“Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia” 3 Juan 9-10
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Juan acusa categóricamente a este Diótrefes, revelando su altanería y soberbia osadía al pretender ponerse por sobre los demás. La iglesia de Cristo, siempre ha tenido que ver el surgimiento de hombres que luego de un tiempo se ensoberbecen e implantan una hegemonía destructiva y totalmente alejada de la voluntad de Dios. Esa es la repudiable actitud del nicolaítismo que tanto mal ha traído al pueblo de Dios.
A manera de conclusión
Finalmente, es necesario precisar una vez más que todo este breve estudio no tiene el propósito de fomentar el desorden o de restar importancia a los hermanos que nos presiden en nuestras asambleas, eso sería algo inaceptable. El objetivo es informar acerca del origen extra bíblico del sistema nicolaíta y de cultivar en nuestras congregaciones la sencillez de la iglesia primitiva que tanto se ha perdido en la actualidad.
Hoy existen muchos hermanos sinceros que derraman lágrimas por el trato arrogante de aquellos que se auto proclaman “los ungidos” en cuyas corporaciones existen estas jerarquías eclesiásticas tan aborrecidas por El Señor según lo ya tratado en este estudio.
El deber del creyente que desea agradar a Cristo, es obedecer a los hermanos que nos presiden, a los pastores y líderes, pero aquello no tiene ninguna relación con defender la existencia de jerarquías dentro de la iglesia, aceptando castas clericales y grupo laicos en la membresía.
Que Dios nos ayude a cultivar en nuestras congregaciones aquel sentir que hubo también en Cristo Jesús, es decir, considerar al otro, como superior a uno mismo (Filipenses 2: 3) y no teniendo mas alto concepto de sí, que el que debemos tener (Romanos 12:3)
Que la gracia de nuestro amado Señor y Salvador Jesucristo sea con todos, Amén.